Esta es la historia de la maestra salvadoreña que fue asesinada por pandilleros en EUA

Ella falleció el pasado 3 de diciembre en Los Ángeles, California, Estados Unidos, y fue sepultada en su tierra natal Santa Ana, rodeada de seres queridos

Esta es la historia de la maestra salvadoreña que fue asesinada por pandilleros en EUA

 

"Entre dulces himnos, cantemos de gloria al maestro abnegado en loor, y ensalcemos doquier su memoria entre cantos sublimes de amor". Ese fue el canto que se escuchó, con lágrimas y voces entrecortadas, los compañeros de la maestra santaneca Angélica Gabriela Rodríguez, de 46 años de edad.

Ella falleció el pasado 3 de diciembre en Los Ángeles, California, Estados Unidos (EUA), y fue sepultada ayer en su natal Santa Ana, rodeada de seres queridos.

Rodríguez murió luego de recibir varios impactos de bala durante un enfrentamiento armado entre miembros de pandillas contrarias ocurrido en el sur de Los Ángeles, adonde la docente había llegado el martes 27 de noviembre a pasar las vacaciones en casa de su madre.

Ese día había salido con su prima a hacer unos mandados y la llanta del vehículo en el que iban se arruinó; al bajarse a cambiarla, ambas mujeres quedaron en fuego cruzado de los pandilleros, recibiendo varios impactos de bala. Esto sucedió entre la calle Broadway y 88.

Rodríguez falleció y su prima quedó lesionada, mientras que los atacantes se dieron a la fuga y las autoridades estadounidenses solamente saben que uno de los vehículos involucrados es una camioneta Ford F150, de modelo antiguo.

Los restos de la profesora, quien se dedicó por más de dos décadas al magisterio, tardaron en ser repatriados ya que la familia tuvo que recurrir a una campaña de recolección de fondos para reunir cerca de $10,000.

Rodríguez era profesora de Matemáticas, con una licenciatura y maestría en docencia que había ido logrando por su amor a la educación.

El cadáver de Rodríguez llegó a El Salvador el 24 de diciembre por la noche y fue velado el siguiente día con familiares, amigos, compañeros de trabajo, alumnos y exalumnos que pudieron darle el último adiós.

Ayer por la tarde, la maestra Angélica logró reunir a sus seres queridos para despedirse, no en un salón de clases, donde impartía con humor y alegría el pan del saber a sus alumnos, sino en el camposanto.

Según sus conocidos, su pasión era ayudar a los estudiantes que buscaban un futuro más brillante, por quienes se esforzaba.

La mayor parte de su magisterio lo ejerció en el Centro Escolar Cantón San Miguel Ingenio, de Metapán, donde su entrega a la enseñanza y por los jóvenes del cantón la llevó a ser la fundadora y coordinadora del programa del bachillerato en modalidad flexible, en 2006, permitiendo que muchos sacaran su bachillerato sin salir del cantón.

Esta es la historia de la maestra salvadoreña que fue asesinada por pandilleros en EUA