Este fin de semana entró en vigencia la reforma que permitirá encarcelar hasta por 8 años a conductores que conduzcan bajo efectos del alcohol o de las drogas.
La reforma al artículo 147-E del Código Penal sanciona con pena de prisión de 4 a 6 años el delito de conducción peligrosa de vehículo particular; y de 5 a 8 años de prisión el delito de conducción peligrosa de vehículo de transporte público.
Con esta reforma, todo conductor al que se le detecte niveles no permitidos de alcohol o de positivo a drogas, será enviado a prisión. Elevándose las penas si conduce una unidad de transporte público.
Las penas no podrán sustituirse por trabajo comunitario ya que los delitos son excarcelables.