La crisis humanitaria que dejaron los huracanes Eta y Iota en Centroamérica

Pasar de la pobreza al desamparo total solo tomó dos semanas en Honduras y Guatemala.

La crisis humanitaria que dejaron los huracanes Eta y Iota en Centroamérica

Comunidades rurales y barrios urbanos en ambos países sufrieron en noviembre el arrasador paso de los huracanes Eta y Iota, los cuales dejaron unos 200 muertos, decenas de desaparecidos, miles de desplazados, así como la destrucción de viviendas, posesiones, puentes, carreteras, cultivos, fábricas…

Casi todo lo que se podía perder se perdió en localidades ya de por sí castigadas por la pobreza acumulada en décadas que este año se agravó aún más con la pandemia de covid-19.

“Había un gran desamparo”, explica a BBC Mundo la fotoperiodista Encarni Pindado, quien estuvo en las zonas de desastre de Honduras entre noviembre y diciembre.

“La gente estaba realmente súper traumatizada. Se ponían a llorar porque estaban súper afectadas psicológica y económicamente, además de su salud”, recuerda.

La crisis humanitaria ha dejado más de 100 muertos en Honduras, al menos en las cifras oficiales, así como pérdidas por más de US$15.000 millones, según datos de la Cepal y otras agencias gubernamentales.

En Guatemala se han contabilizado otros 60 muertos, pero un centenar más están desaparecidos. En Nicaragua la tragedia cobró la vida de más de 20 personas.

Y a eso se suma la crisis económica que ha dejado la pandemia de covid-19, lo que -una vez más- lleva a muchos centroamericanos a enfilar sus caminos hacia el norte como migrantes.

“La gente no huye porque quiere. La gente huye porque tiene que hacerlo”, dice a la BBC Sibylla Brodzinsky, la portavoz de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.

“Las restricciones por la covid-19 y la recesión económica obviamente han impactado a mucha, mucha gente. Y eso se suma a las vulnerabilidades: las personas que huyen de la violencia de las pandillas, de la persecución, del reclutamiento forzoso, de la extorsión. Por lo tanto, todos estos son solo factores que se suman entre sí y que llevan a las personas a concluir que ya no pueden vivir de la forma en que viven”.

Para el comienzo de 2021 se espera que nuevamente se formen las caravanas de migrantes hacia Estados Unidos, con la esperanza que el nuevo gobierno de Joe Biden cambie las políticas de asilo político. El presidente electo ya ha dicho que eso tomará su tiempo.

 

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