Conozca  como vendedores de empaques estafan a automovilistas cerca de SERTRACEN.

Al poco tiempo Galdámez se dio cuenta que un amigo había sido estafado de la misma manera, solo que él tuvo que pagar $120 dólares.

Conozca  como vendedores de empaques estafan a automovilistas cerca de SERTRACEN.

Agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) dicen que no pueden hacer nada mientras los afectados no pongan la respectiva denuncia.

Daniel Galdámez será el nombre ficticio para un salvadoreño que relató su experiencia, una en la que muchos han resultado víctimas pero que nunca nadie ha resultado denunciado, una donde un presunto grupo de vendedores se convierten, según los afectado, ya en la práctica en extorsionistas.

Todo esto en las afueras de la sede de la empresa que extienda las placas, traspasos y tarjetas de circulación a los automotores salvadoreños SERTRACEN sobre el bulevar Tutunichapa.

La extorsión es un delito que consiste en obligar a una persona, a través de la viole… o intimida…., a realizar u omitir un acto o negocio jurídico con ánimo de lucro y con la intención de producir un perjuicio de carácter patrimonial al sujeto pasivo.

Cuando extorsionan a alguien, por un motivo que no está relacionado a las pandillas (como es el caso), la víctima en turno cree ser la única persona a la que le suceden esos “casos raros” donde los sujetos no tienen nada que ver con las estructuras delincuenciales de esa índole.

El caso involucra por lo menos a cuatro vendedores de “empaques” para las puertas de vehículo, quienes ofrecen sus productos más el servicio de instalación a los conductores que acuden a SERTRACEN para realizar sus trámites; se les conoce coloquialmente como “huleros”.

Estos visualizan al automovilista desde que llegan al parqueo que aunque no es de sertracen, los que ahi se encuentran aseguran que tienen convenio, algo que es falso.

Al parecer todos los que están en la entrada del parqueo (más de 8 personas) están aliados, en vendedores, supuestos tramitadores, parqueaderos y los que convencen a las personas de que en sertracen está cerrado y los mandan a la plaza cercana para también estafarlos.

Experiencia de Daniel.

“Yo fui a hacer mi primer trámite a SERTRACEN y en un parqueo externo me abordaron dos tipos; y me dicen ‘mire maestro ¿le ponemos los empaques a las puertas?’; te lo dicen bien rápido y no te dicen claramente cuanto te costará el precio”.

El ofrecimiento hecho de forma confusa, rápida y sin dar la oportunidad al potencial cliente de preguntar detalles de precios, con el objetivo de terminar confundiéndolo.

Ellos le hicieron entender que por cada puerta que colocaran empaques, el costo no pasaría de $5 dólares, por lo tanto $20 por las cuatro.

– “Me ‘entuturutaron’”, señala Daniel.

Cuando Galdámez terminó su diligencia, se dispuso a cerciorarse del trabajo realizado a su vehículo y resulta que los dos tipos se convirtieron en cuatro mal encarados explicando, esta vez sí, en forma clara y precisa los costos que implicó la instalación.

“Uno estaba sentado en la parte de atrás del pick up que yo andaba. Dos estaban platicando conmigo y uno más estaba rondando por ahí cerca”, asegura el conductor.

“Vaya mire, le salen 70 dólares por las cuatro puertas”, le dijo uno de los vendedores.

– “¿70 dólares? ¿y por qué tanto?, replicó

“Es que como yo le dije que a dólar el pie; aquí sólo en esta puerta le salen 20 pies y más las otras puerta, son otros 20 por cada una”, le explicó el sujeto.

«En realidad hasta rebaja le estamos haciendo ya que en total le salen $80 dólares».

Es hasta este punto donde los sujetos, donde ya estaba realizado el trabajo, donde los huleros mencionaron el precio exacto del material utilizado y si tenes suerte “te salen tus 80 o 100 dólares”. Este desembolso ocurre luego de realizar los respectivos trámites por tarjetas o placas, es decir, cuando el conductor casi siempre queda sin dinero.

Ante la negativa del cliente, descontento por el costo de un trabajo que no se acordó con anterioridad, comienzan los arremetimientos que se hacen en grupo, como una forma efectiva de amedrentar.

“Puesi , pero él te explicó…”, dicen los sujetos.

– “Pero si no explicó y ¿de dónde queréis que te pague?”

“Pero y mire, ¿cómo hacemos?,  nosotros le dijimos.

“Imagínate”, dice Galdámez, “que eran como las cuatro o cinco de la tarde, en un parqueo vacío y que te lleguen cuatro babosos… quién sabe qué pase pues”. Bajo esas circunstancias, el conductor no encontró muchas opciones y tuvo que aceptar desembolsar la cantidad que exigían los huleros.

Al poco tiempo Galdámez se dio cuenta que un amigo había sido estafado de la misma manera, solo que él tuvo que pagar $120 dólares.

Esto ocurre también con los carros que son parqueados en la calle que divide SERTRACEN de la conocida Plaza Mariachi.

Al parecer, es una banda bien estructurada que incluso te duermen para que accedas a lo pedido.

Conozca  como vendedores de empaques estafan a automovilistas cerca de SERTRACEN.