Por: Marvin Aguilar Umaña
¿Se imaginan en el parque de Las Placitas (llamado también del botellazo) un parque jurásico? Claro no hablamos de una muestra malinchista de la película de Steven Spielberg sino de la muestra fósil de los especímenes que habitaron San Miguel en el pleistoceno tardío u oligoceno tardío-mioceno-temprano, es decir, hace 26 millones de años. Imaginen niños y jóvenes junto a sus profesores estudiando biología o ciencias en ese lugar.
La fauna y la flora pre histórica migueleña es abundante y puede ayudarnos a entender ¿por qué nos dicen garroberos? O ¿por qué el Dragón fue el primer equipo de fútbol de la ciudad? Igual ¿por qué un apodo típico de la zona es "cara de bagre"? También ¿por qué antes se comía cuzuco? ¿Por qué para los indígenas el caracol es sagrado? ¿Emocionados con la idea? Bueno entonces ya no voten por malos alcaldes como lo han venido haciendo por más de 30 años.
San Miguel tiene 9 sitios fosilíferos distribuidos en Carolina, San Gerardo, Sesori, Comacarán y San Miguel ciudad que han venido siendo estudiados interrumpidamente desde 1940 pasando por 1970 hasta 2011. ¿Qué clase de animales existieron hace millones de años en San Miguel? El primer en ser estudiado por geólogos y paleontólogos fue en El Hormiguero, Comacarán donde se encontraron armadillos y tortugas gigantes de la familia Glyptodontidae muestra del Gran Intercambio Biótico Americano.
En la finca La Calera, San Gerardo se encontraron fósiles de bagres y caracoles con una edad de 24-26 millones de años. Igualmente se encontró parte del cráneo y maxila de un garrobo (Iguanidae reptilia) de igual edad que lo convierte en el reporte más antiguo de esta clase en El Salvador (más garrobero que nosotros nadie). Y una mandíbula de un mastodonte de cuatro colmillos de 7.5 millones de años ubicado en La Leonor, Sesori y desde luego la flora encontrada en La Gallina municipio de San Miguel con una datación de 500,000 años (aún en estudio). Como ven se puede hacer ciencia hasta en lugares insospechados solo se necesitan autoridades locales sensibles a las artes y ciencias y no solo al dinero.
Imaginen un parque, un libro de texto para estudio de los niños y jóvenes en las escuelas y colegios del departamento, Imaginémonos haciendo ciencia. Imaginemos que no solo jugamos fútbol sino que además curamos enfermedades. Imaginemos.
