Ante la denuncia de un intento de secuestro narrada por una víctima y publicada por Diario TRV, la Policía Nacional Civil (PNC) reaccionó ante el caso y brindó su postura respecto a este tipo de hechos en los cuales jovencitas universitarias están siendo presa fácil en San Miguel.

Las autoridades aseguran que el intento de privación de libertad ocurrido el pasado viernes en las cercanías de una universidad privada ubicada sobre la 7° calle Poniente y 1° avenida Sur en San Miguel, es una situación aislada y que no se podría tipificar como una banda de secuestradores.

En este sentido, los voceros policiales informaron que descartan que sea una estructura organizada, debido a que tienen registrados solo dos casos (denunciados) en territorio migueleño.

Ante esto, confirmaron que se encuentran trabajando para resolver los dos reportes y en reducir los índices de violencia contra la mujer a escala departamental y nacional.

Sin embargo, la realidad en las calles migueleñas son otra a las que plantea la PNC, porque  luego que salió a la luz el caso de “Tifany” estudiante de la UNAB un joven universitario también contó la experiencia de su hermana la cual había visto al parecer el mismo automóvil en las afueras de la Universidad Gerardo Barrios de San Miguel.

Esto ha captado la atención de los habitantes de la Perla de Oriente, porque con esta sería la segunda universidad que se ve merodear el carro con esas características.

Además, esto deja al descubierto que la mayor parte de los casos no son denunciados, debido al temor a represalias, pena o el tabú que tienen algunas personas. 

Por lo tanto, “Tifanny” insistió a todas las jóvenes de tener el valor y la determinación de no callar un intento de privación de libertad y llevarlo hasta las instancias correspondientes.

Las víctimas aseguraron difusión de este tipo de situaciones no tienen como objetivo poner en mal a los centros de estudios superiores, sino generar conciencia en la comunidad educativa a estar atenta ante cualquier movimiento sospechoso y tomar las medidas correspondientes, ya que no es primera ocasión que se ha registrado este tipo de agresiones.

De igual forma nuestro deber es informar y mantener atenta a la ciudadanía ya que pueda que no sea una banda que se dedique a este tipo de prácticas pero si alertar a la población y que está tome las medidas pertinentes para no caer en una estadística más.