Todo sucedió en Jucuarán cuando Don Gregorio Estrada un hombre humilde y trabajador de 60 años que únicamente quería lo mejor para para su hija, le dijo que se retirara de la Mara y el marido de ésta no le gustó para nada.
Al joven no le gustó que el padre de su mujer le reclamará y con mentiras le dijo que ya se había retirado de la pandilla, luego él, estudio los pasos de su suegro para tenderle una emboscada y matarlo de un escopetazo en la cara.
A veces el amor ciega a los muchachos, deben identificar muy bien a su pareja y no se dejen llevar por cosas superficiales ya que al final pagan las consecuencias las personas que amamos.