Vientos huracanados complican la lucha contra los incendios en el sur de California

Cerca de 200.000 residentes en el sur del estado han sido evacuados en las últimas horas, cuando se declaró el quinto incendio al norte de San Diego. Las autoridades emitieron el miércoles la alerta máxima. Ahora los bomberos se enfrentan a dos de sus peores enemigos, ambiente seco y vientos con rachas huracanadas de hasta 128 kilómetros por hora.

Eric Garcetti, alcalde de Los Ángeles: "Los vientos huracanados sumados a la ola de calor que está llegando a la zona, la sequedad y la abundante vegetación en las áreas que no se han quemado, hacen que este sea un entorno muy amenazante. Por eso, aunque se produzcan avances, tomaremos las precauciones necesarias. Queremos asegurarnos de que todo el mundo está a salvo. No permitiremos que los evacuados vuelvan a sus casas hasta estar completamente seguros de que pueden hacerlo".

Los incendios, que se han producido en comunidades cercanas, tienen focos diferentes. El primero se originó el lunes por la tarde en Santa Paula y se propagó a toda velocidad por todo el condado de Ventura. El martes el fuego puso en jaque a los habitantes de Sylmar, una localidad próxima a Los Ángeles y a los de Santa Clarita. El incendio de Skirball, el miércoles, desencadenó la evacuación en Bel Air.