Venezuela afrontará una nuevas elecciones presidenciales antes del 30 de abril. Así lo ha decretado la Asamblea Nacional Constituyente, compuesta únicamente por oficialistas.

A pesar de la crisis galopante que vive el país, con una inflación el pasado año de más del 2000%, y de la caída de su popularidad, Maduro confía en la reelección y asegura que está "al servicio de este pueblo" en caso de que las "fuerzas políticas y sociales" decidan que es el candidato.

La gran pregunta es quién será su oponente. Henrique Capriles no puede ser aspirante por supuestas "irregularidades administrativas". Leopoldo López está bajo arresto domiciliario por las protestas contra Maduro. Son dos de los principales líderes de la Mesa de Unidad Democrática, que agrupa a toda la oposición, cuya candidatura no es posible. Una de las propuestas que se barajan es la de unas primarias, pero la inmediatez de la convocatoria podria suponer un problema. 

Aun se siguen registrando protestas en Venezuela, aunque menos con menos consecuencias que las que acabaron con la vida de más de cien personas entre abril y julio del pasado año.