Trump responde al escándalo: “No soy racista”

El presidente de EEUU rechaza haber empleado el término "países de mierda" y echa más leña al fuego de la negociación migratoria dando por muerto el DACA

No es racista, nunca llamó “países de mierda” a Haití y El Salvador, y son los demócratas quienes no quieren salvar a los dreamers. Donald J. Trump volvió a ofrecer un festival de sí mismo y a demostrar que la rectificación o las disculpas son entidades ajenas a su mundo.

Por el contrario, aprovechando la polvareda levantada, el presidente de EEUU puso en el disparadero el acuerdo sobre inmigración que republicanos y demócratas están negociando contra reloj. "No creo que los demócratas quieran un acuerdo", dijo justo en la víspera del Día de Martin Luther King.

A la llegada a su lujoso Club de Golf en Palm Beach (Florida), Trump se sometió a las preguntas de los periodistas. Sabía que le iban a interrogar por sus explosivas palabras de la semana pasada en una reunión con parlamentarios, y para ello ya había preparado el terreno.

Horas antes, dos senadores republicanos que cuando estalló el escándalo dijeron no recordar las expresiones de Trump en el encuentro, habían recordado repentinamente que el presidente jamás había dicho “países de mierda” y que el senador demócrata que lo denunció, Richard Durbin, no era de fiar.