¿Por qué Hitler apuntó a los Judíos?

¿Pero qué dicen los antisemitas mismos sobre este tema?

¿Por qué Hitler apuntó a los Judíos?

En la conferencia de 1942, Hitler vio a los judíos como algo mucho más amenazante que meros chivos expiatorios; la nación judía era su enemigo mortal, por lo que su absoluta destrucción se convirtió en su objetivo.

Casi sin excepción, las razones del antisemitismo ofrecidas por los diferentes eruditos no tienen nada que ver con el hecho de que los judíos son judíos (por ejemplo, los judíos son ricos o son diferentes).

Estas razones «de-judaízan» efectivamente al antisemitismo, equiparándolo con cualquier otro tipo de odio común. De acuerdo a esta actitud, el Holocausto – el intento más sistemático de exterminar a un pueblo en la historia de la humanidad – no tuvo nada que ver con razones «judías». Los judíos simplemente estuvieron en el lugar equivocado en el momento equivocado.

En su libro «¿Por Qué los Judíos?» Dennis Prager cita un ejemplo deslumbrante en contra de la idea de que no hay nada judío en el antisemitismo. El 11 de abril de 1944, demostrando una misteriosa sabiduría que superaba por mucho su edad, Ana Frank escribió en su diario:

¿Quién nos hizo a los judíos diferentes de los otros pueblos? ¿Quién ha permitido que suframos tan terriblemente hasta ahora? Es Dios Quien nos ha hecho lo que somos, pero también es Dios Quien nos levantará de nuevo.

Quién sabe – incluso puede ser nuestra religión, de la cual el mundo y todos los pueblos aprenden el bien, y por esa sola razón ahora sufrimos. Nunca podremos ser solo holandeses, o ingleses, o representantes de ningún otro país. Siempre seguiremos siendo judíos.

Ana Frank aclaró el punto de que los judíos tienen algo especialmente valioso para darle al mundo, y eso es precisamente lo que el mundo ha resentido al perseguir a los judíos. Ana Frank identificó el antisemitismo como un odio del judaísmo, un odio completamente diferente a la intolerancia o el racismo que otros pueblos sufren.

Sorprendentemente, cuando la historia de Ana Frank fue reconstruida por Lillian Hellman en una obra de teatro, sus palabras fueron cambiadas por completo. «¿Por qué son odiados los judíos?» pregunta Ana. «Bueno, un día es un grupo, y al día siguiente otro…»

En el teatro se le hizo creer a las audiencias que los judíos han sido odiados de la misma manera en que otros pueblos han sido odiados. En otras palabras, no hay nada judío en el antisemitismo.

¿Pero qué dicen los antisemitas mismos sobre este tema?

Los eruditos han hecho consistentes intentos para probar que no hay nada especialmente judío que engendre antisemitismo. Veamos si los comentarios de los famosos “aborrecedores de judíos” revelan lo que encuentran tan criticable.

Un individuo que no utilizó las muchas y encubiertas explicaciones ofrecidas por los eruditos fue Adolf Hitler, el hombre responsable del azote de antisemitismo más devastador en la historia de la humanidad.

Hitler reconoció abiertamente la singularidad de los judíos como pueblo. Hitler se dio cuenta de que los judíos nunca pudieron integrarse al resto de la humanidad con éxito y se propuso el objetivo de que nunca lo hicieran.

La forma de antisemitismo de Hitler no fue un medio para un fin, fue un fin en sí mismo. Las Leyes de Núremberg, establecidas en 1935, alienaron y desmantelaron con efectividad a la comunidad judía de Alemania – pero para Hitler, esto no fue suficiente.

Eliminar a los judíos era la clave para la utopía de Hitler. La ambición que lo movilizaba era liberar al mundo de las ataduras de la consciencia y de la moral, alejar al mundo del monoteísmo. Creó su propia religión a partir de una filosofía basada en permitir todos los deseos más básicos del hombre. La «Juventud Hitleriana» cantaba esta canción:

No necesitamos la bondad cristiana. Nuestro líder es nuestro salvador. El Papa y el rabino se deben ir.

Seremos paganos otra vez.

La imagen de Hitler del mundo perfecto era un regreso a un estado de existencia salvaje, en donde «el poder tiene la razón». Hitler dijo:

En un orden natural, las “clases” son personas que se superponen a otras en estratos, en lugar de vivir como vecinos. A este orden volveremos tan pronto como las repercusiones del liberalismo hayan sido removidas.

Eliminar a los judíos era la clave para la utopía de Hitler. La ambición que lo movilizaba era liberar al mundo de las ataduras de la consciencia y de la moral, alejar al mundo del monoteísmo. Creó su propia religión a partir de una filosofía basada en permitir todos los deseos más básicos del hombre. La «Juventud Hitleriana» cantaba esta canción:

No necesitamos la bondad cristiana. Nuestro líder es nuestro salvador. El Papa y el rabino se deben ir.

Seremos paganos otra vez.

La imagen de Hitler del mundo perfecto era un regreso a un estado de existencia salvaje, en donde «el poder tiene la razón». Hitler dijo:

En un orden natural, las “clases” son personas que se superponen a otras en estratos, en lugar de vivir como vecinos. A este orden volveremos tan pronto como las repercusiones del liberalismo hayan sido removidas.

Por https://israelnoticias.com/antisemitismo/por-que-hitler-apunto-a-los-judios/

¿Por qué Hitler apuntó a los Judíos?