Al sostener una conversación con un especialista sobre traumatismos, el Príncipe Harry confesó que siempre se sintió ‘ligeramente distinto’ del resto de la familia real británica y que fumar marihuana lo ayudó.

Harry, de 38 años de edad, se sinceró y le explicó al doctor Gabor Mate que al haber crecido en una ‘familia rota’, ahora intenta criar a sus hijos Archie y Lilibet de forma que no les transmita sus ‘traumatismos’.

La conversación ocurrió tras la publicación de su controvertido libro de memorias ‘Spare’ (‘En la sombra’, en español), ocurrida en enero, donde narra una adolescencia marcada por la droga y el alcohol, además, detalla el deterioro de las relaciones con su padre, el rey Carlos III, y su hermano Guillermo.

“Me sentía extraño” en este entorno “y sé que mi madre sentía lo mismo”, dijo entrevista retransmitida en directo en referencia a la princesa Diana.

Según él, su esposa Meghan Markle, ‘un ser excepcional’ que venía de un mundo diferente, lo salvó y lo ayudó a salir adelante.

Durante la entrevista, el doctor Mate, autor de varios libros sobre traumatismos y dependencia, afirmó que Harry sufre un problema de déficit de atención.

Al estudiar la vida del príncipe, que perdió a su madre a los 12 años y más tarde sirvió para el Ejército británico en Afganistán, el experto opinó que sufrió “muchos traumatismos”.

Harry, quien reside en California luego de abandonar el Reino Unido y la familia real a principios de 2020, explica en sus memorias que consumió cannabis y cocaína en su adolescencia.

Junto al doctor Mate reveló que la cocaína no hizo nada bueno para él, pero que la marihuana era diferente, “Eso realmente me ayudó”, dijo.

Finalmente, cabe hacer mención que la controversia provocada por la publicación de sus memorias lo ha alejado aún más de la familia real, hasta el punto que se desconoce si él y Meghan asistirán a la coronación de Carlos prevista para el próximo mes de mayo.