¿Por dónde pasa tu número de tarjeta cuando compras en Amazon?

Un potencial malhechor que quiera hacerse con los datos necesitaría muchos ordenadores y más tiempo del que tiene el universo para conseguirlos

Internet es uno de esos inventos cuya ausencia (no muy remota) cuesta ya imaginar. Lo usamos todos los días y desde cualquier sitio para hacer la compra, escuchar música o consultar el camino a un lugar desconocido. La información a la que accedemos y las aplicaciones que utilizamos a través de Internet se encuentran en computadores repartidos por todo el mundo, pero ¿ha pensado el lector cómo llega esa información de una máquina remota a la pantalla que tiene frente a sus ojos?

Internet está formada por un conjunto de ordenadores conectados mediante cables y conexiones inalámbricas. Cada uno de estos ordenadores tiene asignada una secuencia numérica, denominada dirección IP, que lo identifica, de la misma forma que los números de teléfono identifican a los abonados. Las máquinas son muy buenas trabajando con números, pero las personas preferimos nombres. Por esta razón, usamos agendas para guardar los números de teléfono de nuestra familia, amigos y conocidos.

El servicio DNS es lo primero que consulta su ordenador cuando introduce un nombre en la barra de direcciones. Una vez que conoce la dirección IP de la máquina con la que se tiene que comunicar, su navegador se conecta a ella de forma similar a como lo hace su teléfono cuando llama a alguien.

Cuando la otra máquina contesta la llamada, se produce el intercambio de información: una foto, texto, vídeo, su pedido en un supermercado on-line, etc.

Pero antes de salir de su máquina, esta información se divide en pequeños segmentos, cada uno de los cuales puede seguir un camino distinto hasta el destino. Los segmentos van saltando de máquina en máquina a través de las conexiones entre éstas, hasta que llegan a su destino. Cada máquina consulta la dirección IP de destino del segmento y lo dirige a alguna de las máquinas con las que tiene conexión.

Hay algunas máquinas con muchas conexiones que no hacen otra cosa que recibir estos segmentos y dirigirlos a otra máquina más cercana a su destino, son los denominados routers o encaminadores.