Nicaragua: Estos son los  escenarios que enfrentaría su gobierno en la OEA

La OEA celebrará una sesión este 11 de enero y Carlos Tünnermann plantea los escenarios posibles

Nicaragua: Estos son los  escenarios que enfrentaría su gobierno en la OEA

En la sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) programada para el 11 de enero, el gobierno de Nicaragua podría enfrentar hasta tres escenarios.

Esta sesión de la OEA se realizará atendiendo la solicitud de “inmediato” plazo que hizo el Secretario General, Luis Almagro, a finales del año pasado.

El exdiplomático y académico Carlos Tünnermann Bernheim, quien fue embajador de Nicaragua ante la OEA, explica los tres posibles escenarios que pueden surgir en esa reunión

Como primera medida, los países miembros del Consejo Permanente pueden considerar que deben agotarse todas las “gestiones diplomáticas necesarias”, incluidos los buenos oficios, para promover una salida a la crisis que padece Nicaragua desde abril del 2018.

ESCENARIO 1

“En primer lugar está el agotar las gestiones diplomáticas. A lo mejor deciden que todavía no se han agotado. Para eso, Nicaragua debe promover que va a restaurar el diálogo nacional para discutir la agenda de la democratización”, señaló.

ESCENARIO 2

El Consejo Permanente puede deducir que ya no hay lugar para más gestiones diplomáticas.

Tünnermann recuerda que el 2 de agosto de 2018 este organismo aprobó un Grupo de Trabajo para Nicaragua, formado por 12 países miembros, que coadyuvaría al proceso de diálogo y a una salida pacífica de la crisis.

El grupo de trabajo de la OEA está integrado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, EEUU, Guyana, México, Panamá y Perú.

ESCENARIO 3

Ante la gravedad del caso, pueden convocar a la Asamblea Extraordinaria de Cancilleres, que es el máximo organismo de la OEA, para lo cual se requieren 18 votos, que “seguramente ya los tienen”, opina Tünnermann.

No se arriesgarían a convocar a asamblea extraordinaria si no están seguros de que en el seno van a tener los 24 votos que se requieren para acordar la suspensión de Nicaragua de la organización”, comenta.

Este sería el paso para aplicar el artículo 21 de la Carta Democrática, a través del cual se logra la expulsión del país de este organismo.

 

Aun así, el Estado al cual se le aplica la sanción no tiene “excusa” para dejar de cumplir con lo establecido en la Convención Interamericana de Derechos Humanos, afirma Tünnermann.

CONSECUENCIAS

En este escenario, en el que Nicaragua quedaría fuera de la OEA, el país sufriría las siguientes consecuencias:

Diplomáticas. Los países pueden romper relaciones con el Estado nicaragüense, o simplemente “retirar sus embajadores”, lo que traería un “aislamiento” del país ante el mundo.

“El gobierno de Nicaragua quedaría internacionalmente aislado, lo que podría traer como consecuencia que países que no son parte de la OEA sigan el mismo camino y retiren sus embajadas”, advierte.

Económicas. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) forma parte del sistema interamericano y la suspensión de Nicaragua de la OEA impediría el acceso a préstamos de esa entidad internacional.

El BID “es una de las principales fuentes de financiamiento del Programa de Inversión Pública de Nicaragua, eso es lo que puede suceder el día 11”, manifiesta.

El daño al país por un motivo de ese tipo, “desestimula” cualquier intento de inversión nacional y extranjera, señala Tünnermann.

SOLUCIÓN

Tünnermann, quien es también miembro de la Alianza Cívica, recuerda que el gobierno nicaragüense tiene en sus manos la solución para salir de la crisis que comenzó el pasado 18 de abril.

“A medida que más reprimen, mayores posibilidades de sanciones. El hecho que se convoquen estas reuniones es por acciones que ha tomado el gobierno, la excusa de un golpe de Estado ha sido demolida”, explica.

 

 

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