La moda también se impuso en la ceremonia de investidura. Jill Biden la primera dama eligió un abrigo de la marca emergente Markarian by Alexandra O’Neil, un atuendo de lana, tweed y terciopelo en un tono azul océano con detalles de cristales Swarovski sutilmente brillantes, un color que denota esperanza y serenidad.
La vicepresidente Kamala Harris eligió para su juramento al cargo un vestido del diseñador afroamericano Sergio Hudson y un abrigo de la firma Christopher John Roger, también afroamericano y una figura ascendente en la moda neoyorquina. Su atuendo lo combinó al lucir unos pendientes y un collar de perlas en homenaje a su hermandad, Alpha Kappa Alpha (AKA).
El color morado simboliza la búsqueda de la unión y la hermandad entre republicanos y demócratas, pero también hace un guiño a las primeras sufragistas, la lucha por el voto femenino, las defensas de las minorías étnicas, el racismo, todo enmarcado en su discurso político.