El avión con 15 militares rusos a bordo desparecido el lunes fue abatido por "error" por un misil sirio. Así lo ha confirmado Moscú tras anunciar que todos sus ocupantes murieron.

La pérdida de contacto con el aparato se produjo cuando sobrevolaba el Mediterráneo, a 35 kilómetros de la costa siria. En un primer momento, Moscú aseguró que la desaparición había coincidido con un ataque israelí sobre la región siria de Latakia y con el lanzamiento de misiles desde una fragata francesa en el Mediterráneo. Francia negó de inmediato estar implicada. Israel no quiso hacer comentarios.

Al final, Moscú ha confirmado que no fueron ni los israelíes ni los franceses, sino un misil de sus aliados sirios el que derribó el aparato. El departamento de Defensa ruso reconoce que la aeronave cayó a tierra tras sufrir el impacto de un proyectil disparado por el sistema de defensa antiaéreo S-200 del régimen de Bashar al Assad, pero, al mismo tiempo, culpa a Israel de lo ocurrido por llevar a cabo acciones que ha definido como «hostiles» e «irresponsables».

Según medios rusos, Israel no comunicó con la debida antelación su plan de ataque y avisó solo segundos antes de que se produjera, lo que no dio tiempo para que el IL-20 se trasladara a una zona segura.

El Gobierno de Rusia se reserva el derecho a responder a este incidente, según la agencia de noticias Sputnik.