Para el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se trata de una medida "proporcionada" con la que tratan de poner límites a Moscú. "Envía un mensaje muy claro a Rusia de que hay costes y consecuencia para su conducta. Creo que Rusia ha subestimado la unidad de los aliados de la OTAN", señaló en rueda de prensa.

Veintiseis países occidentales se han sumado ya a la operación de represalia contra Moscú expulsando a 143 diplomáticos rusos de sus territorios. Esta medida, encabezada por Estados Unidos y 18 miembros de la Unión Europea, no tiene precedentes en la historia, ni siquiera en tiempos de la Guerra Fría.

En este contexto, la Casa Blanca ha dicho estar lista para "construir una mejor relación con Rusia". Una afirmación chocante al tiempo que Donald Trump se felicitaba, en sendas conversaciones telefónicas con su homólogo francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, de la "fuerte reacción internacional".

Entretanto Moscú, que sigue negando cualquier implicación en el envenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal y de su hija en el Reino Unido, denuncia una "provocación" y una "campaña antirrusa" y dice preparar su respuesta.