Jeanine Añez Chávez, senadora beniana de oposición, ayer, durante una histórica jornada para pacificar Bolivia, se convirtió en Presidenta del Estado, en cumplimiento de la Constitución Política del Estado, que en su artículo 170 determina que cuando un mandatario abandona el cargo debe realizarse la sucesión presidencial.

“La Presidenta o el Presidente del Estado cesará en su mandato por muerte; por renuncia presentada ante la Asamblea Legislativa Plurinacional; por ausencia o impedimento definitivo; por sentencia condenatoria ejecutoriada en materia penal; y por revocatoria del mandato”, sostiene de manera textual el artículo de la Constitución Política del Estado, mencionado por la flamante Presidenta. En una breve sesión senatorial realizada poco después de las 18:30 horas, en primera instancia, Añez se convirtió en presidenta de la Cámara Alta, ante la renuncia de Adriana Salvatierra y del primer vicepresidente Rubén Medinaceli.

Explicó que Evo Morales ha realizado “abandono de sus funciones” al haberse asilado en México; sin que antes el Congreso haya considerado su carta de renuncia.

Una vez que asumió el alto cargo, Añez se dirigió al hemiciclo, y en presencia de los legisladores opositores de ambas cámaras, leyó un discurso en el que explicó la constitucionalidad de la sucesión presidencial.

Como Morales abandonó sus funciones y en sujeción a las recomendaciones para pacificar el país, esta sucesión se efectuó de manera inmediata.

En ninguna de las dos sesiones congresales hubo quorum, debido a que los legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS) pretendieron boicotear con su ausencia, con la intención de que en Bolivia se mantenga la actual crisis social y política.

Tras su proclamación se reunión con altos mandos de las Fuerzas Armadas y la Policía, mientras que los sectores en paro suspendieron sus medidas de presión, como es el caso de los médicos, y anunció que conformará de manera inmediata el gabinete que la acompañará en sus funciones.

Uno de los objetivos inmediatos que tiene es conformar un Tribunal Supremo Electoral con personas honradas para llamar a Elecciones Generales.

Jeanine Añez Chávez es la segunda presidenta mujer de la historia de Bolivia, junto a Lidia Gueiler, que gobernó desde 1979 a 1980