Al menos 45 personas -confirmó el viernes a N12 el director general de United Hatzalah-, entre ellas al menos cinco menores de 16 años en Israel, murieron el jueves por la noche después de que se produjera una estampida cuando una multitud se congregaba en la ceremonia religiosa de encendido de hogueras del monte Meron con motivo de la festividad de Lag Ba’omer, en lo que el primer ministro Benjamín Netanyahu calificó de “grave desastre”.

Las operaciones de rescate estaban en marcha el viernes por la mañana para evacuar al resto de las personas que seguían en el lugar. Además, los servicios de emergencia trabajaban para identificar a las víctimas, entre las que había niños. El Ministerio de Transporte envió 300 autobuses vacíos para rescatar a los fieles, pero al parecer quedaron atascados en el tráfico debido a la falta de gestión policial del evento.

Alrededor de 90.000 personas -en su mayoría judíos ultraortodoxos- se habían agolpado en la tumba del Monte Merón del sabio del siglo II Rabí Shimon Bar Yojai para las conmemoraciones anuales de Lag Ba’omer, que incluyen rezos durante toda la noche, canciones místicas y bailes. Se dice que la mayoría de los muertos pertenecían a la secta hassídica Toldot Aharon, con sede en Jerusalén.

Unas 150 personas resultaron heridas durante la noche, 21 de las cuales siguen recibiendo tratamiento en varios hospitales del norte, cuatro de ellas en estado grave, y más de 250 ambulancias y seis helicópteros acudieron al lugar para evacuar a los heridos, según el Magen David Adom (MDA).

Se instaló un hospital de campaña en el lugar de los hechos. La Policía de Israel y los soldados de las FDI trabajaron para evacuar a los heridos y despejar a la multitud. El servicio telefónico en el lugar de los hechos se colapsó mientras miles de personas intentaban contactar con sus familiares y con los servicios de emergencia.

Un estudiante estadounidense de la yeshiva, Danny Morris, de Teaneck, Nueva Jersey, estaba en las celebraciones con un grupo.

Aunque todos sus amigos han sido localizados, al mediodía del viernes en Israel aún no se le había encontrado.

La policía israelí ha abierto una investigación sobre la causa del accidente.

La multitud exaltada había abarrotado la ladera del monte Meron desafiando las advertencias de COVID-19 de las autoridades sanitarias. Fue la mayor concentración de público desde que Israel empezó a levantar las restricciones del coronavirus al público hace semanas. Los testigos afirmaron que la gente se asfixió o se atropelló en un pasillo, a partir de la 1 de la madrugada aproximadamente, y que algunos pasaron desapercibidos hasta que la megafonía hizo un llamamiento a la dispersión.

“Pensamos que quizá había una alerta (de bomba) por un paquete sospechoso. Nadie se imaginaba que esto pudiera ocurrir aquí. El regocijo se convirtió en luto, una gran luz se convirtió en una profunda oscuridad”, dijo al Canal 12 de televisión un peregrino que dio su nombre como Yitzhak.

“El rabino Shimon solía decir que podía absolver al mundo… Si no consiguió anular este edicto el mismo día de su exaltación, entonces tenemos que hacer un verdadero examen de conciencia”.