Con la publicación de un amplio informe ministerial sobre la industria del cannabis medicinal, Israel está dejando clara por primera vez su intención de apoyar al floreciente sector, según un funcionario del ministerio.

El libro blanco sobre la innovación del cannabis medicinal de Israel, publicado a principios de este mes, traza un mapa del ecosistema de la industria: los actores clave, las nuevas empresas líderes, los avances en la investigación en las instituciones académicas, las regulaciones gubernamentales y las oportunidades que esperan a los inversores en caso de que decidan dar el paso.

“Esta es una declaración del Estado de Israel de que está promoviendo el sector del cannabis para uso médico”, al igual que ha promovido anteriormente las industrias de ciberseguridad y autotecnología, dijo Ziva Eger, directora ejecutiva de Invest in Israel, el brazo del Ministerio de Economía e Industria para promover la inversión extranjera en Israel.

Esta es “la primera vez”, dijo, que el estado está abordando el sector del cannabis como un campo que está ansioso por desarrollar. “Identificamos el potencial y hemos creado una base para todo nuestro trabajo en Israel para poder comercializarlo en el extranjero”.

Hay un número creciente de inversores extranjeros que están interesados en el ecosistema de cannabis de Israel, dijo.

Según el Grupo de la IMARC, se prevé que la industria mundial del cannabis medicinal pase de 13.400 millones de dólares en 2018 a 44.000 millones de dólares en 2024. Este aumento se debe a la creciente aceptación de que el fármaco a base de plantas puede utilizarse para aliviar una amplia gama de afecciones. La legalización gradual en países de todo el mundo está ayudando a impulsar la industria.

Las raíces de la floreciente industria del cannabis medicinal de Israel se remontan a la investigación realizada en el decenio de 1960 por el profesor Raphael Mechoulam, un pionero en este campo que identificó dos de los ingredientes activos de la planta, el tetrahidrocannabinol, o THC, y el cannabidiol (CBD).

“Hoy en día, Israel cuenta con varias entidades que llevan a cabo investigaciones en el campo del cannabis medicinal, desde las mejores universidades hasta empresas privadas e incluso institutos gubernamentales”, según el informe. “Los equipos están investigando los efectos del cannabis en una amplia gama de áreas, incluyendo el cáncer, el TEPT, el autismo, la epilepsia, la enfermedad de Crohn y la esquizofrenia”, con una serie de ensayos clínicos en curso.

En enero de 2019, el gobierno aprobó la exportación de cannabis de calidad médica, que se espera que genere hasta 1.000 millones de dólares en ingresos al año, aunque todavía se necesita la aprobación burocrática final. Se espera que llegue en el primer trimestre de 2020, una vez que se establezca un nuevo gobierno, dijo Eger.

Además, las empresas farmacéuticas de Israel, así como los proveedores de servicios de salud, están abiertas al cannabis medicinal y participan en los procesos de investigación y reglamentación.

“La idea es examinar a fondo dónde están las ventajas y crear asociaciones”, dijo Eger.

En el informe se enumeran algunas de las principales empresas, nuevas empresas e inversores israelíes que operan en el sector, así como proveedores de servicios, reglamentos e incentivos gubernamentales. Entre las empresas que figuran en la lista figuran Roots – Sustainable Agricultural Technologies, que permite controlar la temperatura para proporcionar a la planta de cannabis unas condiciones óptimas en todas las etapas del cultivo; DryGair Energies Ltd., que hace lo mismo con el control de la humedad; Seedo, que ha creado un laboratorio casero similar a un frigorífico para cultivar cannabis; y Syqe, que ha desarrollado un inhalador de marihuana medicinal.

Sin embargo, el campo del cannabis medicinal israelí no ha estado exento de controversias. La firma de marihuana médica Breath of Life archivó en octubre su tan cacareada oferta pública inicial de acciones en la Bolsa de Valores de Toronto, a la espera de mejores condiciones de mercado. Tikkun Olam, la primera empresa que obtuvo una licencia del Ministerio de Salud para cultivar cannabis medicinal en Israel, perdió su permiso, al parecer por recomendación de la policía.

Además, una reforma del sistema de suministro de cannabis medicinal en Israel ha hecho que los pacientes se enfrenten a una grave escasez, y que algunos recurran al mercado negro y a los opioides adictivos para hacer frente a su enfermedad.

“Estos son dolores de crecimiento”, dijo Eger. “El mercado tardará uno o dos años en estabilizarse. Esto es sólo el principio”. Pero, añadió, “hay una ventana de oportunidad” de uno o dos años en la que Israel puede capitalizar su ventaja relativa en el campo. “Lo que no ocurra en este tiempo, se perderá”.

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