Goya Foods: cómo un inmigrante que estaba en la ruina invirtió US$1 y creó el mayor imperio de comida latina de Estados Unidos

En Nueva York se instaló en el barrio latino de Harlem y después de varios años de pasar penurias, un día de 1936 hizo la mejor inversión de su vida: compró una empresa quebrada (Seville Packing Company) y la marca Goya.

Goya Foods: cómo un inmigrante que estaba en la ruina invirtió US$1 y creó el mayor imperio de comida latina de Estados Unidos

Estaba completamente arruinado. Los acreedores no paraban de llamar a su puerta y sin un dólar en el bolsillo, la vida de Prudencio Unanue quedó en una encrucijada.

Con cuatro hijos que mantener, el inmigrante español tenía que hacer algo para salir del pozo en el que había caído, luego de que fracasara su humilde negocio de exportación de radios.

Fue entonces cuando un amigo le ofreció que vendiera -cuanto antes- un cargamento de 500 cajas de sardinas proveniente de Marruecos.

"Las cajas venían con una etiqueta que decía Goya", le cuenta a BBC Mundo Joseph Pérez, vicepresidente de Goya Foods, la empresa que terminó convirtiéndose en el mayor imperio de comida latina en Estados Unidos.

Corría el año 1936 y a Prudencio le pareció que el nombre de aquella etiqueta era perfecto: simple y fácil de pronunciar en español y en inglés. Entonces decidió que su nueva aventura comercial llevaría ese nombre, convencido de que esta vez sí lograría su objetivo.

Lo que probablemente no se imaginaba es que ese día estaba naciendo un gigante que hoy factura más US$1.500 millones al año, según cifras de la empresa, y vende todo tipo de alimentos de origen hispanoamericano, como frijoles, arroz, carnes y mariscos enlatados, condimentos, queso, aceite y hasta platos congelados.

Como muchos de los inmigrantes en busca del "sueño americano", Prudencio Unanue desembarcó junto a su esposa en Nueva York en 1921, proveniente de Puerto Rico. La familia Unanue había emigrado desde España a la isla en los primeros años del siglo XX.

En Nueva York se instaló en el barrio latino de Harlem y después de varios años de pasar penurias, un día de 1936 hizo la mejor inversión de su vida: compró una empresa quebrada (Seville Packing Company) y la marca Goya.

Comenzó importando productos desde España -como aceitunas y aceite de oliva- para venderle a los expatriados españoles, pero rápidamente expandió el negocio a la importación de alimentos desde América Latina para llegar a otras comunidades de inmigrantes.

De hecho, como después de la Segunda Guerra Mundial, ingresó una oleada de puertorriqueños a Nueva York para suplir la falta de mano de obra en las fábricas, Unanue se dio cuenta de que había una gran oportunidad.

"Prudencio y su esposa vieron que había un mercado no atendido, un nicho comercial", apunta Pérez, y así fue entonces como los productos de la empresa comenzaron a reflejar las distintas oleadas migratorias.

En la década de los 60 llegó la primera oleada cubana y así, poco a poco, los inmigrantes latinos se fueron abriendo espacio en los distintos estados del país, y de la misma manera el negocio comenzó a expandirse.

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Goya Foods: cómo un inmigrante que estaba en la ruina invirtió US$1 y creó el mayor imperio de comida latina de Estados Unidos