La extraordinaria historia de las siamesas de Senegal que crecen día a día contra todo pronóstico

Es poco probable que conozcas siameses, son muy pocos los que nacen al año y la mayoría nacen muertos o mueren a los pocos días de nacer.

La extraordinaria historia de las siamesas de Senegal que crecen día a día contra todo pronóstico

Con dos años y ocho meses, Marieme y Ndeye son la excepción, nacidas en Senegal, se mudaron con su padre, Ibrahima Ndiaye, a Cardiff, Reino Unido.

Fue un cambio difícil, que obligó a la familia a abandonar una vida próspera en su país para pasar a vivir en hostales y depender de bancos de comida. Las niñas ahora están bien, pero tienen por delante un futuro sombrío, el corazón de Marieme es débil, tan débil que puede morir.

Y si muere, su hermana Ndeye, más fuerte que ella, morirá también,actualmente las siamesas crecen día a día, pero en los años venideros, Ibrahima deberá tomar una decisión extremadamente difícil.

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¿Deberá permitir que los cirujanos las separen, poniendo en riesgo la vida de las dos niñas, pero sobre todo la de Marieme?.

En Dakar, capital de Senegal, Ibrahima tenía una buena vida, exitoso director de proyectos, trabajaba organizando vacaciones y eventos en la región para turistas franceses y británicos.

Tenía dos hijas adolescentes de su primer matrimonio y, en 2015, su segunda mujer quedó embarazada.

"Las ecografías mostraban una niña", dice Ibrahima. "Solo una niña".

Incluso cuando su mujer entró en trabajos de parto, tres semanas antes, se le recomendó una cesárea por precaución, debido a que su vientre estaba muy grande.

Aun así, no se esperaba nada fuera de lo normal. "Le hacía señas a mi mujer detrás del vidrio, diciéndole que todo iba a salir bien", cuenta, Los médicos se llevaron a la bebé rápidamente, diciéndome que todo estaba bien".

Eran las dos de la mañana y, al igual que los demás, Ibrahima estaba agotado, vestido aún con su traje del trabajo.

De hecho, ese día tenía que haber estado en Bélgica, recibiendo un premio de Brussels Airlines por organizar un tour benéfico en bicicleta, aliviado, salió a respirar el aire húmedo de la noche.

Se recostó contra una pared y agradeció a Dios que todo había salido bien en el parto.

Mientras lo hacía, recibió un mensaje que le decía que regresara para ver al Doctor Lamine Cissé, un especialista en obstetricia y ginecología.

Y así, Ibrahima empezó una nueva vida.Inundado por un inmenso amor hacia sus hijas, su misión era protegerlas, Marieme estaba enferma: deshidratada y con problemas para respirar, había que buscar opciones. Y rápido. El personal médico estaba confundido e inseguro. El riesgo de que las niñas murieran era muy alto.

Ibrahima regresó corriendo a su casa, buscó algo de ropa y regresó de inmediato, listo para llevar a sus hijas al hospital infantil local, allí, las niñas fueron conectadas a varias máquinas y un respirador, sin embargo, más allá de las dificultades médicas planteadas por la situación, Ibrahima debía enfrentar un problema diferente.

"Para mí, necesito saber, en mi corazón, que hecho todo por ellas, brindarles seguridad y la mejor atención de salud posible", "Cuando me miro en el espejo, necesito estar en paz. Pero más allá de esto, no tengo ningún control".

"El futuro es incierto y mis niñas luchan por la vida cada día y yo me siento bendecido". "A través de ellas descubrí qué es la vida, mis niñas son guerreras y el mundo tiene que saberlo".

La extraordinaria historia de las siamesas de Senegal que crecen día a día contra todo pronóstico