Escándalo en Alemania: hermano de Benedicto XVI involucrado en abuso de 547 niños de coro

Monseñor Georg Ratzinger, de 93 años de edad y hermano mayor del Papa emérito Benedicto XVI, fue durante 30 años director del coro católico germano de niños de la catedral de Ratisbona, en Baviera, Alemania, y acaba de ser acusado de haber encubierto los abusos físicos y sexuales contra 547 niños.

El abogado Ulrich Weber, a cargo de la investigación, sostuvo que durante la gestión de Georg Ratzinger, que tuvo lugar entre 1964 y 1994, sucedieron “las cosas más graves” y “a él se le reprocha haber mirado para otro lado y no haber tomado medidas”.

Los integrantes del coro se refirieron a sus años escolares en el coro dirigido por Ratzinger como “un infierno”, una prisión y “un campo de concentración".

Weber agregó así mismo que “muchos se referían a esos años como la peor época de la vida, caracterizada por el miedo, la violencia y el desamparo” y aseguró que nadie irá preso por las denuncias ya que, debido al tiempo transcurrido, los delitos prescribieron y no pueden ser juzgados por los tribunales.

Sin embargo, el escándalo significa una mancha enorme para la Iglesia, salpicando de manera inocultable al hermano del Papa emérito Benedicto XVI.

Todo salió a la luz en 2010, cuando el abogado mencionado anunció un primer informe que incluyó abusos contra 213 de los niños conocidos como “gorriones de la catedral de Ratisbona”. En cincuenta casos los abusos fueron sexuales y fueron “de las caricias a las violaciones”.

Aparentemente, Georg Ratzinger, confesó que había dado “algunos bofetones y tirada de las orejas” a los niños del coro, por lo que pedía perdón, aunque también dijo que nunca vio abusos graves y menos aún de índole sexual.

“Si hubiera conocido los excesos de violencia que se estaban utilizando habría hecho algo”, dijo Georg Ratzinger.

Dos religiosos -ya muertos- fueron considerados como los principales responsables de los abusos. Uno era Johan Meier, director de la escuela anexa al coro entre 1953 y 1992. El compositor alemán Franz Witttebrink contó a la prensa germana que Meier “se llevaba a la noche a dos o tres niños de 8 y 9 años a su habitación, les ofrecía vino y los castigaba físicamente”.