La escalada corre el riesgo de arrastrar a la OTAN a la guerra

La escalada corre el riesgo de arrastrar a la OTAN a la guerra

Cada vez hay más voces, sobre todo en Washington y entre la prensa corporativa, que sostienen que Estados Unidos y nuestros aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) deben hacer más para ayudar a Ucrania contra Rusia. Nos dicen que no es suficiente proporcionar a los ucranianos misiles antitanque Javelin y misiles antiaéreos Stinger, así como armas pequeñas y municiones. Tampoco lo son las sanciones económicas devastadoras y sin precedentes que hemos impuesto a Rusia, que podrían equivaler a una declaración de guerra.

Dicen que tenemos que enviar aviones de guerra, tanques y sistemas avanzados de armamento. Algunos neoconservadores especialmente entusiastas incluso argumentan que la OTAN debería imponer una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, atacando directamente a los aviones de combate rusos y a los objetivos en tierra en una campaña aérea táctica contra los rusos. Pero, como mínimo, los aliados de la OTAN deberían enviar a Ucrania algunos aviones de combate MiG-29, y tal vez incluso sistemas de defensa antimisiles Patriot de Estados Unidos.

Estos argumentos tienden a pasar por alto si Estados Unidos y sus aliados pueden hacer todo esto sin involucrar a la OTAN en una guerra con Rusia. Incluso dejando de lado la cuestión de una zona de exclusión aérea, que la administración Biden ha descartado por ahora, estamos tratando de acercarnos lo más posible a la línea de beligerancia sin cruzarla. Es muy probable que no sea posible. En nuestro curso actual, se den cuenta nuestros líderes o no, estamos marchando sin pensar hacia la guerra con Rusia.

Los defensores de la escalada alejan esta posibilidad apelando a la historia. Nuestra experiencia en los últimos 70 años, dicen, demuestra que Moscú retrocederá ante las medidas agresivas de Occidente. Vean la crisis de los misiles en Cuba en 1962. Miren la operación de transporte aéreo estratégico de Estados Unidos a Israel durante la Guerra de Yom Kippur de 1973, incluso cuando la Unión Soviética estaba reabasteciendo a Egipto y Siria. Mucho más recientemente, mira la batalla de Khasham de 2018, en la que cientos de soldados rusos murieron cuando atacaron a las fuerzas especiales de Estados Unidos en Siria.

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