Elecciones en Guatemala: Bernardo Arévalo, el presidente electo que ahora tiene el desafío de gobernar

Elecciones en Guatemala: Bernardo Arévalo, el presidente electo que ahora tiene el desafío de gobernar

Bernardo Arévalo siguió el camino de su padre, el expresidente Juan José Arévalo, al proclamarse vencedor en el balotaje presidencial con 2.4 millones de votos (58.09%) frente a su rival Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), quien por tercera vez quedó en segundo lugar con 1.5 millones de votos (37.15%), de un total de 99% de actas procesadas.

  • Esa ruta la comienza Arévalo con el mayor de los desafíos: la creación de equipos con experiencia en el Estado y capacidad de ejecución, coincidieron analistas consultados. 

Sí, pero. La falta de experiencia administrativa es una de las mayores debilidades del gobierno que asumirá el 14 de enero de 2024, porque la fortaleza del candidato y de quienes lo acompañan en el plan de Gobierno es académica y técnica, pero con poca capacidad ejecutora. 

  • La población esperará una lucha contra la corrupción, los sobornos y que prevalezca un “gobierno decente”, lo cual falta por ver, dijo un exfuncionario del gobierno de Jimmy Morales, quien optó por no revelar su identidad. 
     
  • “Las líneas ideológicas ya son parte del pasado. Importa que haga lo correcto y haga bien las políticas públicas ya definidas en la Constitución”, afirmó. 
     
  • Sin embargo, hay quienes ven en el futuro gobierno de Arévalo una clara línea ideológica centro-progresista; buscan generar un nuevo modelo de Estado contra la corrupción y por la modernización del país. 

En perspectiva. Álvaro Pop, analista político, consideró que la administración que tomará posesión el 14 de enero de 2024 será un gobierno de transición: “La propuesta de cambio implica regenerar y reestructurar el Estado y son muy poco los cuatro años”, explicó.

  • Afirmó que los nuevos funcionarios deberán aprender rápidamente de la práctica política de las negociaciones y a dialogar. Además de comprender que la diversidad cultural (el 60% de la población es indígena) y donde están los más graves problemas: desnutrición, desigualdad y migración.
     
  • Lamentó que en campaña no hubo tiempo para propuestas concretas, ni diálogos, porque se basó en especulaciones del plan de gobierno, que “es pobre”. 
     
  • “El primer acto que demostrará la alianza con la sociedad, que le dio su respaldo, será la conformación del gabinete: convocante y participativo. Será un importante ejercicio de gobierno, pero no será fácil”, agregó.

Voces. El fiscal del partido Movimiento Semilla, Juan Gerardo Guerrero, enfatizó que Bernardo Arévalo tiene “capacidad de consenso y diálogo, de lo cual han carecido quienes han gobernado”.

  • La apuesta para ese cambio y dirección del Organismo Ejecutivo es el conocimiento técnico. “Venimos a romper con el sistema de funcionamiento actual del aparato estatal, que está cooptado por el crimen organizado, con cuerpos ilegales y aparatos clandestinos, que son los que colocan a los funcionarios”, ofreció. 
     
  • Coincidió en que será un gobierno centro progresista que no va hacia los extremos. Mientras que del equipo que acompañará a Arévalo en el Ejecutivo, dijo que una comisión específica se encargará de la selección del próximo gabinete. 
     
  • Rechazó la idea de que el gobierno de Semilla sea similar al de Óscar Berger, como aseguran algunos analistas. “Ese gobierno fue con una tendencia hacia la derecha y lo que proponemos rompe todo lo hecho por los partidos políticos hasta hoy”, afirmó.

Por qué importa. Entre sectores de la sociedad civil hay preocupación por aún no saber nombres del próximo gabinete, debido a que la información ayuda a medir la respuesta ciudadana hacia los propuestos. Especialmente, porque los ministros de Estado son catalizadores de crisis para no “quemar al presidente”, dijeron. 

  • Están conscientes de que a Semilla le ha ganado la judicialización y anteponer ese tema al sondeo para designar al gabinete adecuado. 
     
  • El analista Álvaro Pop sí ve una posible semejanza entre el gobierno de Semilla con el de Berger, pero con el agravante de que la vicepresidenta, Karin Herrera, es científica y con poco conocimiento social, lo contrario del vicepresidente de Berger, Eduardo Stein. “Estará a cargo de por lo menos tres gabinetes y varios consejos”, recordó.
     
  • “Esa conducción será clave por los muchos frentes que tendrá el presidente”. Por ello, es importante la conformación de los equipos que la acompañen y también para compensar la falta de experiencia en el Estado, aseveró. 
     
  • “Arévalo tendrá mucho apoyo social, pero poco apoyo político. Hubo ausencia de diálogo en segunda vuelta con la Iglesia, los 48 Cantones de Totonicapán, jesuitas, etc., así como su posición respecto a otros partidos. Pudieron neutralizar posiciones desde ahora y no lo hicieron. El diálogo con Dios y con el diablo es el arte de la política”, enfatizó. 

Lo que sigue. Los rumores en el ámbito político son que el diputado electo, Jonathan Menkos, figura para dirigir el Ministerio de Finanzas. 

  • También se perfila para el Organismo Ejecutivo el diputado electo y exdirector de la Policía Nacional Civil, Nery Ramos, como ministro de Gobernación. “Es un hombre muy querido en las filas de la Policía Nacional Civil por los beneficios que otorgó a esta institución y esa aceptación estabiliza”, afirmó una fuente experta en el tema. 
     
  • La diputada Ligia Hernández estaría entre las opciones para dirigir el Ministerio de Desarrollo Social. Mientras que en SEGEPLAN podría volver personal técnico que ha desempeñado esa función en gobiernos pasados.
     
  • El actual diputado al PARLACEN y fiscal de Semilla, Juan Gerardo Guerrero, es una de las opciones para la Secretaría General de la Presidencia. 

En conclusión. Si el gabinete apenas se puede vislumbrar, todavía queda más lejos la inclusión del sector indígena o campesino, que no se ve representado por ningún lado, al menos por ahora.

  • Edgar Ortíz, de la Fundación Libertad y Desarrollo, puntualizó: “El problema del gobierno no va a ser ideológico, el problema será gobernar. ¿Cómo lo van a hacer y nutrir un equipo de trabajo siendo un partido tan joven y tan pequeño? Es el verdadero desafío”.
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