El camionero de Texas podría ser condenado a muerte

El conductor del camión en el que perecieron diez inmigrantes sin papeles en Texas ha sido acusado de tráfico de personas con resultado de muerte. Por estos cargos, James Bradley, un estadounidense de 60 años, podría ser condenado a cadena perpetua e incluso a la pena capital.

En el camión, la policía descubrió una escena dantesca: 8 cadáveres y 39 inmigrantes en un estado terrible de deshidratación. Dos personas más murieron en el hospital y 17 permanecen estado crítico, entre ellas, dos niños. Se cree que en el tráiler fueron trasladados más de un centenar de sin papeles, tal vez hasta 200, sin agua ni aireación y con temperaturas superiores a los 40 grados.

“Cuando llegamos allí, el trailer estaba lleno. Realmente no sabría decirles cuanta gente realmente era”, dice Adán Lara Vega, uno de los supervivientes hospitalizados, que asegura que no tenían agua y en ningún momento se la dieron, a pesar de las altas temperaturas en el interior del camión.

Uno de los inmigrantes ha vinculado este tráfico de seres humanos al cartel mexicano de los Zetas.