Las fuerzas israelíes llevaron a cabo el domingo nuevas redadas en Jenin, un distrito de Cisjordania que alberga a hombres armados que lanzaron una serie de ataques mortales recientes.

La operación militar se produjo después de que un hombre armado de unos 20 años de Jenin disparara el jueves por la noche, matando a tres israelíes e hiriendo a varios más en un bar abarrotado de Tel Aviv.

Los ataques de los últimos días se han cobrado la vida de un total de 14 personas, marcando uno de los estallidos de violencia contra los israelíes más mortíferos en años.

Durante el mismo período, al menos 10 palestinos han sido asesinados, incluidos los agresores, según la agencia de noticias AFP.

Tras el ataque del jueves, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, dijo que dio a las agencias de seguridad "plena libertad" para poner fin a la escalada de violencia mortal. “No hay ni habrá límites para esta guerra”, dijo Bennett.

“Haremos lo que sea necesario, lo que sea necesario, durante el tiempo que sea y donde sea necesario, hasta que se restablezca la seguridad y la sensación de seguridad”, dijo el jefe del ejército, Aviv Kochavi, a los soldados en un video publicado por las fuerzas armadas.

Jenin es considerado un bastión de los militantes palestinos. Las fuerzas israelíes a menudo son atacadas cuando operan allí.

La Autoridad Palestina, que administra partes de Cisjordania ocupada y se coordina con Israel en asuntos de seguridad, también parece tener poco control sobre el área.

El ejército israelí también dijo el domingo que los palestinos prendieron fuego a un santuario de Cisjordania venerado por los judíos.