Detenido un alto cargo de la Iglesia católica chilena por abusos a menores

La crisis en el clero se agudiza con la detención de Oscar Muñoz. La Fiscalía allana las oficinas de la institución en diversas ciudades

Detenido un alto cargo de la Iglesia católica chilena por abusos a menores

El sacerdote chileno Oscar Muñoz, de 56 años, con esposas en las manos fue trasladado a la cárcel desde los tribunales de la ciudad de Rancagua, a unos 100 kilómetros al sur de Santiago de Chile. Esta mañana el religioso fue formalizado por abusos sexuales reiterados contra menores y estupro, por lo que estará al menos 180 días con prisión preventiva, arriesgando una pena de privación de libertad que podría llegar a los 15 años, según detalló el fiscal Emiliano Arias. Es un nuevo golpe a la Iglesia católica local que este 2018 no ha cesado de estremecerse, porque Muñoz era hasta enero pasado el canciller del arzobispado de Santiago y, por lo tanto, parte de la jerarquía y mano derecha de los principales líderes. En ese papel que ejerció desde 2011 debió conocer de primera fuente los casos de abusos sexuales que explotaban en la institución, incluida la trama de mayor simbolismo, la del influyente Fernando Karadima. “Muñoz como canciller nos tomaba declaración”, escribió en Twitter una de las víctimas, Juan Carlos Cruz.

En el ejercicio de ese cargo, “conocía qué hacer, qué no hacer, cómo manejarse. Cómo poder, en definitiva, asegurar su impunidad”, indicó el fiscal.

Se trata de cinco casos de abusos contra menores, aunque la Fiscalía señala que no son las únicas víctimas. Muñoz los conocía desde pequeños, incluso desde el nacimiento, porque algunos de los varones abusados serían sus parientes. Según el fiscal Arias, los abusados tenían inexperiencia sexual, estaban en plena etapa de formación y fueron atacados mientras se encontraban bajo el cuidado del sacerdote, dada la confianza que le tenían los padres. “No es menor que se hayan cometido los delitos al interior de la Iglesia, al interior de casas parroquiales. Delitos gravísimos y reiterados”, agregó el investigador. Los delitos se habrían producido tanto en la capital chilena como en Rancagua y no están prescritos, como suele suceder en este tipo de casos. Muñoz era guía espiritual de sus víctimas, entre las que se encuentran dos niños que en algún momento fueron sus acólitos.

Detenido un alto cargo de la Iglesia católica chilena por abusos a menores