Toronto, la gran metrópoli canadiense, fue escenario este lunes de un atropello masivo con consecuencias dramáticas, pues ha dejado al menos diez muertos y una quincena heridos, cuatro de ellos en estado crítico.

Ocurrió a mediodía, en la calle Yonge, una de las principales arterias de la ciudad y la más concurrida, en especial a esas horas, cuando la gente sale de su trabajo para ir a comer. Un hombre, al volante de una camioneta alquilada, se subió a la acera y, durante varios cientos de metros, avanzó zigzagueando con la intención de llevarse por delante el mayor número posible de personas.

La camioneta acabó deteniéndose. Imágenes difundidas en las redes sociales muestran al hombre, en actitud agresiva, blandiendo un objeto ante un policía armado, aunque al final acaba por ceder y se deja detener sin oponer resistencia.

A pesar de las similitudes con otros atropellos de tipo terroristas, las autoridades canadienses aseguran que este caso no afecta a la seguridad nacional. La policía ha identificado al individuo como Alek Minassian, un hombre de 25 años, habitante de Ricksman Hill, al norte de Toronto, que según las autoridades no tiene vínculos conocidos con organizaciones terroristas.

El atropello ha coinciddo con la cumbre de ministros de Asuntos Exteriores y Seguridad del G7 que se celebra en estos días en la ciudad.