LA POLÍTICA QUE FALTA SOBRE COVID-19

La solución a esta pandemia además de pasar por la prevención y atención a los infectados por COVID-19, se suma la de generar una cultura de ataque directo al virus, es decir atacar la causa y no solo enfocarnos en prevenir su adquisición y sus efectos.

LA POLÍTICA QUE FALTA SOBRE COVID-19

Muchas de las iniciativas en relación al COVID-19 están enfocadas en prevenir el contagio además de generar las condiciones para poder atender a los contagiados. Esta es una tarea titánica que durará meses según parece y que tendrá consecuencias lamentables para la salud, la economía entre otras áreas que el tiempo revelarán.

Ahora bien, como país, ¿qué estamos haciendo para poder combatirlo? entendamos combatirlo a realmente eliminar el virus de una forma sistemática y efectiva. Creo que poco o nada como población; más bien prevención nos hemos enfocado a la prevención mediante una cuarentena que posiblemente se alargará al ver la tendencia de contagios en las próximas semanas.

Teniendo presente lo anterior, la propuesta para poder salir de esta pandemia consiste en trabajar como país en la creación de una cultura que nos permita erradicar el virus. Es de aclarar que el gobierno puede hacer muchas iniciativas atomizadas, pero obviamente los recursos no son suficientes para poder llegar a toda la ciudadanía. Pero si trabajamos en campañas informativas a todo nivel (televisión, prensa, redes, etc.) en brindar conocimiento y entrenar a la población misma a que se sume a la erradicación del COVID-19 los resultados serán inmediatos y esto permitirá ir generando confianza en la población. En ese sentido la participación del gobierno central, locales como las alcaldías, organizaciones civiles como adescos, empresa privada serán claves en poder combatir este mal y crear esta cultura.

Concretando la idea de proyecto, uno de los grandes enemigos que tenemos frente al COVID-19 son nuestras propias manos ya que a través de ellas podemos tener contacto con el virus y llevarlo a nuestro organismo. Pero, ¿qué tal si nuestras propias manos y las de millones de salvadoreños se vuelven el enemigo del COVID-19? Es decir, que en lugar de adquirir el virus con nuestras manos tuviéramos una forma de poder tocarlo y destruirlo, la misma población se convertiría en lugares públicos en un elemento de combate directo al virus.

¿Cómo y con qué combatirlo? Hipoclorito de Sodio (lejía en buen salvadoreño). Además de que es barato, sabemos que podemos crear con 1 litro de legía, 6 litros de solución sanitizadora (1 litro de legía y 5 litros de agua) la cual podemos cargar cada uno con nosotros en recipientes con atomizadores o de no tenerse en botellas pequeñas que están al alcance de toda la ciudadanía.

Ahora bien, ¿cómo llevarlo en nuestras manos cuando andemos en lugares públicos y que sea un riesgo de adquirir el COVID-19? No debería de ser algo complicado, bien sabemos que se han puesto de moda las mascarillas de tela. Sería interesante que las empresas que fabrican productos de tela pudieran crear masivamente guantes de tela que pudieran ponerse por encima de guantes plásticos (cómo los quirúrgicos o los que se utilizan en cocina como en el subway por ejemplo) que protejan la mano de las personas del contacto directo con el hipoclorito de sodio y que a la vez permite al guante llevarlo húmedo con la solución de hipoclorito de sodio de forma que lo que toquemos elimine el virus. Es en ese preciso momento que nuestras manos se convierten en un eliminador del COVID-19 y dejan de ser un vector para adquirir dicho virus. ¿Y si no se tiene un guante? Pues cualquier tipo de tela absorbente podría servir, una manta, franela, pañuelo, etc. Lo importante es que generar la cultura de desinfectar las superficies y destruir al COVID-19. Incluso, se pueden fabricar botas o zapatos de tela, similares a los de quirófano, que nos permita andar en la calle y ponerles la solución sanitizadora que nos permita eliminar el virus donde transitamos y a la vez al entrar a nuestras casas quitarlo para luego lavarlo o desecharlo.

Obviamente estas medidas se tomarían cada vez que uno sale a la calle de forma que cualquier cosa que toques quedara sanitizada y sabrás que estás contribuyendo a eliminar el virus y no solamente a evitar que lo contraigas. De igual forma con conciencia se puede atomizar el hipoclorito en superficies que no se dañen tales como asientos de buses, baños publicos, pasamanos, etc.

Lo anterior nuevamente es de reiterar que implica un trabajo conjunto con gobierno central y locales, sociedad civil, fuerzas vivas y demás, en donde se cree una cultura temporal para poder erradicar el virus con el apoyo de toda la población y en donde dicha población se vuelva un ejército en contra del mismo.

Por ejemplo, si vas al cajero y tocas el teclado con los guantes húmedos de hipoclorito, automáticamente estarás sanitizando los puntos que toques y si tenía COVID-19, este quedará destruido.

En resumen, la solución a esta pandemia además de pasar por la prevención y atención a los infectados por COVID-19, se suma la de generar una cultura de ataque directo al virus, es decir atacar la causa y no solo enfocarnos en prevenir su adquisición y sus efectos.

Lo interesante de esta medida es que es relativamente simple y efectiva, abajo costo y que podría incluso ser un referente para otros países que sufren los duros efectos del virus.

LA POLÍTICA QUE FALTA SOBRE COVID-19